El Museo elBulli de España: un tributo a la innovación culinaria
El legendario elBulli de España, que ostentó varias veces el título de “mejor restaurante del mundo”, ha reabierto sus puertas, no para servir sus platos innovadores, sino para conmemorar la revolución culinaria que inició. Abierto desde el 15 de junio, el museo, situado en una cala apartada en el noreste de España, lleva el nombre de “elBulli1846”, en honor a los 1.846 platos que presentó el visionario chef Ferrán Adriá.
El chef Adriá, de 61 años, destacó:
“No se trata de venir aquí a comer, sino de entender lo que pasó en elBulli”.
Al reflexionar sobre su trayectoria de dos décadas en el establecimiento, dijo:
“Lo que hicimos aquí fue encontrar los límites de lo que se puede hacer en una experiencia gastronómica. Cuáles son los límites físicos, mentales e incluso espirituales que tenemos los humanos. Y esa búsqueda abrió caminos para otros”.
Dentro del Museo
Los visitantes del museo serán testigos de una amplia colección de fotografías, cuadernos, premios y modelos que imitan algunos de los platos pioneros elaborados en elBulli. Estos platos representan la esencia de la gastronomía molecular, un estilo culinario innovado por Adria, reinventando ingredientes en combinaciones imprevistas. Creaciones memorables como espumas de frutas, paletas de gazpacho y codornices caramelizadas son un testimonio de su creatividad.
Durante el mandato de Adria, elBulli obtuvo el prestigioso estatus de tres estrellas Michelin y obtuvo cinco veces el título de mejor restaurante del mundo, un récord, según la revista británica The Restaurant.
Legado e influencia
La influencia de Adria se extiende más allá de su cocina, ya que fue mentor de algunos de los chefs más célebres del mundo, incluido el danés Rene Redzepi de Noma y el italiano Massimo Bottura de Osteria Francescana. La fundación heredada de elBulli ha invertido 11 millones de euros en el museo, asegurando que el espíritu pionero del restaurante siga inspirando.
Al abordar los desafíos enfrentados en el desarrollo del museo, Adria señaló que los planes para ampliar el restaurante, con el pintoresco telón de fondo de la cala Montjoi cerca de Barcelona, sufrieron cambios debido a preocupaciones ambientales.
Un viaje recordado
Al recordar su viaje, Adria describió cómo unas prácticas de un mes en 1983 le llevaron a dirigir la cocina de elBulli, adquiriendo más tarde el restaurante con su socio Juli Soler en 1990.
“Lo más importante que me pasó en elBulli es que descubrí, por primera vez, pasión por la cocina”, compartió Adria.
Reconoció que sus experimentos culinarios de vanguardia podrían no haber resonado en todos.
“Al final son cosas nuevas, y es un shock tras otro; es normal que te haga reflexionar sobre lo que te gusta”, remarcó.
La decisión de Adria de cerrar elBulli fue motivada por su creencia de que el restaurante había alcanzado su cenit.
“Habíamos alcanzado lo que sentíamos que era una experiencia satisfactoria al máximo nivel. Y una vez que llegamos dijimos: ‘Por qué tenemos que continuar?’ La misión de elBulli no era esa, era encontrar los límites”, concluyó.