España está acelerando la producción de hidrógeno verde, pero podrá su energía renovable seguir el ritmo?
Con abundante luz solar y viento, España aspira a convertirse en el principal productor de hidrógeno verde de Europa. Sin embargo, ciertos expertos en energía recomiendan precaución al expandir una industria que depende en gran medida de incrementos significativos en energía renovable.
Actualmente, la mayor parte del hidrógeno proviene de fuentes no renovables. El hidrógeno verde, por otro lado, se deriva de energías renovables como la eólica, la solar y la hidráulica.
A continuación se ofrece una visión general de la postura de la UE sobre el hidrógeno verde, el papel de España y el escepticismo que rodea a la llamada “energía del futuro”.
Por qué es importante para Europa la producción de hidrógeno verde?
Los recientes acontecimientos geopolíticos han puesto de relieve la importancia del hidrógeno en Europa.
El segundo mayor productor de gas natural del mundo ha impulsado la mayor parte de la producción mundial de hidrógeno. Ante las sanciones, la Unión Europea ahora está girando hacia cadenas de suministro locales para satisfacer sus necesidades energéticas.
“Las energías renovables, incluido el hidrógeno verde, forman el núcleo del Plan REPowerEU, que es el plan de la UE para abandonar rápidamente ciertos combustibles fósiles”, afirma la Comisaria de Energía de la UE, Kadri Simson.
Además de mejorar la seguridad energética, el hidrógeno verde es crucial para los objetivos de neutralidad de carbono de la UE. Para 2030, el sindicato pretende reducir las emisiones en un 55% con respecto a 1990.
En esta línea, se ha propuesto que la UE produzca e importe 10 millones de toneladas de hidrógeno renovable, respectivamente, de aquí a 2030.
España, Francia, Alemania y Portugal se han comprometido colectivamente a establecer un gasoducto de hidrógeno para 2030 para transportar anualmente alrededor de 2 millones de toneladas de hidrógeno a Francia.
Cuál es el método detrás de la producción de hidrógeno verde?
Las energías renovables facilitan la generación de hidrógeno verde al alimentar una corriente eléctrica que divide el agua en sus componentes de hidrógeno y oxígeno mediante electrólisis.
A diferencia de otros métodos, este proceso no libera CO2. Sin embargo, según la AIE, actualmente sólo el 0,1% de la producción mundial de hidrógeno se produce de esta manera.
Más comúnmente, el hidrógeno se produce mediante reformado con vapor y metano, que emplea metano del gas natural. Mediante este método se genera hidrógeno “gris”, monóxido de carbono y CO2.
Este hidrógeno separado sirve para diversos fines, como la producción de acero y amoníaco, e incluso como combustible para el transporte.
Por qué España ocupa una posición potencial de liderazgo en la producción de hidrógeno verde?
El vasto, ventoso y despoblado paisaje español disfruta de más de 2.500 horas de sol al año, según señala el Instituto Meteorológico Nacional. Esto lo convierte en un candidato ideal para la energía eólica, solar y, en consecuencia, para la producción de hidrógeno verde.
En 2020, España anunció su Hoja de Ruta del Hidrógeno. Sorprendentemente, España ha superado cuatro veces sus objetivos de hidrógeno verde y ahora cuenta con 15,5 gigavatios de capacidad frente a su objetivo original de cuatro gigavatios para 2030.
La AIE destacó en diciembre que España sería responsable de la mitad del crecimiento europeo en capacidad renovable dedicada al hidrógeno.
Thierry Lepercq, director de HyDeal Ambition, coincide:
“Cuando se evalúa dónde se producirá predominantemente hidrógeno en Europa, destacan España y Portugal. El hidrógeno es el petróleo contemporáneo”.
Los detractores suelen destacar los elevados costes del hidrógeno verde en comparación con su homólogo gris. Sin embargo, Lepercq cree que la asequibilidad de la energía solar en España la hace competitiva. En colaboración con corporaciones como Enagás y ArcelorMittal, su objetivo es establecer un modelo viable para la producción, distribución y suministro de hidrógeno verde.
Hidrógeno verde: una alternativa donde la electrificación se queda corta
Si bien muchos sectores avanzan hacia la electrificación, otros presentan desafíos. Para determinadas industrias, el hidrógeno ofrece altas temperaturas que la electricidad podría no ofrecer. Sin embargo, para segmentos como el automóvil y la calefacción, la electricidad es suficiente.
En esos sectores, “la electrificación es esencial”, señala la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera. Añade que España también debe reducir su dependencia de los combustibles fósiles en áreas donde la aplicación de la electricidad es más compleja.
A nivel mundial, como afirma Lepercq,
“la energía eléctrica representa el 20% del consumo energético. Qué pasa con el 80% restante? Esas fuentes de combustibles fósiles deben ser reemplazadas rápidamente”.
Su empresa, HyDeal, pretende sustituir los sistemas de altas emisiones en la producción de acero y la generación de amoníaco para fertilizantes.
Por qué algunos se muestran escépticos sobre la iniciativa europea del hidrógeno verde?
Crear un futuro verde impulsado por el hidrógeno exige un aumento exponencial en la generación de energía renovable. La AIE plantea que para 2027, se necesitarán 50 gigavatios de capacidad renovable para el hidrógeno verde, lo que supone un aumento de 100 veces.
La ministra Ribera reconoce que las inversiones iniciales en hidrógeno verde darán retornos a largo plazo. Para mitigar las emisiones, “es fundamental una fase inicial alimentada por energías renovables”, opina.
Algunos especialistas creen que el énfasis actual en el hidrógeno verde está fuera de lugar, especialmente considerando las repercusiones de las recientes tensiones geopolíticas en el sector energético.
Antonella Battaglini, directora ejecutiva de Renewables Grid Initiative, afirma que el impulso masivo del hidrógeno en Europa es “injustificado”. Sostiene que el objetivo de hidrógeno verde de la UE para 2030 exige capacidades de producción de energía que actualmente no existen.
La demanda actual de hidrógeno supera ampliamente la oferta prevista por la UE, lo que genera temores de una “burbuja de hidrógeno” y una dependencia continua de recursos no renovables.
Battaglini advierte de posibles elevados costes, tanto económicos como medioambientales.
“El resultado podría ser emisiones incluso mayores que los niveles actuales”, concluye.