Estrategias del sector turístico español afectado por la sequía para conservar agua
En respuesta a la escasez de agua provocada por la sequía en España, populares destinos turísticos como Lloret de Mar están tomando medidas para conservar sus limitadas reservas de agua, incluida la supresión de las duchas de playa.
A medida que España asume un papel de liderazgo en la lucha contra la crisis climática en Europa, su vital sector turístico se enfrenta a una presión cada vez mayor para minimizar su huella ambiental y realizar una transición hacia una mayor sostenibilidad.
Jonas Johanson, un turista danés de 28 años, expresó su decepción: “Es una pena porque era agradable ducharse”, mientras caminaba por el bullicioso paseo marítimo del popular balneario del noreste bajo un sol abrasador.
España ha experimentado una pluviosidad excepcionalmente baja durante el último año, lo que ha provocado un descenso significativo de los niveles de agua en los embalses de toda Cataluña, donde se encuentra Lloret de Mar. Actualmente, los embalses están a sólo el 29% de su capacidad total.
A partir de marzo, amplias zonas de esta región nororiental, donde viven 7,7 millones de personas, incluida Barcelona, la capital, han aplicado restricciones al uso del agua en la agricultura y la industria para garantizar el suministro de agua a las zonas residenciales.
Sin embargo, no todo el mundo ha adoptado estas medidas en un país donde el turismo aporta el 12% de su producción económica y proporciona 2,5 millones de puestos de trabajo.
Sara Loulidi, una recepcionista de 55 años que trabaja en el paseo marítimo de Lloret, bordeado de hoteles, expresó su descontento:
“Se pueden encontrar formas de reducir el consumo de agua sin privar al sector turístico de duchas. Todos dependemos del turismo para sobrevivir”.
España, el segundo país más visitado del mundo después de Francia, recibió el año pasado la friolera de 71,6 millones de visitantes internacionales, la mayoría de los cuales acudieron en masa a sus playas bañadas por el sol.
David Sauri, experto en geografía de la Universidad Autónoma de Barcelona, insistió en la necesidad de aplicar ciertas limitaciones. Afirmó:
“Lo que no podemos permitirnos es un crecimiento descontrolado, con un número creciente de personas que llegan y unos recursos limitados”.
Reciclaje de aguas residuales
Según David Sauri, un turista alojado en un hotel de cuatro o cinco estrellas puede consumir más del doble de agua que un residente medio. El gobierno regional de Cataluña pretende alcanzar la paridad de consumo de agua entre turistas y locales para el año 2040.
Jordi Palaudelmas, de SOS Lloret, un grupo local que aboga por un modelo turístico más sostenible, subrayó la importancia de tener en cuenta los limitados recursos hídricos a la hora de enfocar el turismo. Afirmó:
“Los recursos hídricos son limitados, y si priorizamos el turismo, debemos reevaluar los recursos que podemos o no ofrecer a los turistas”.
Con el objetivo de la sostenibilidad en mente, el Hotel Samba se sometió a una renovación en 1997 para permitir el reciclaje de aguas residuales, lo que ha supuesto una notable conservación de 215 millones de litros de agua, según sus registros.
En el Hotel Samba, el agua de la mayoría de las duchas y baños de sus 434 habitaciones se canaliza hacia el sótano, donde se filtra y trata para hacerla apta para su reutilización.
Aunque estos sistemas de reciclado del agua son cada vez más frecuentes, el sector turístico aún tiene mucho camino por recorrer en términos de sostenibilidad. Laura Pérez, responsable de medio ambiente del hotel, manifestó que las medidas necesarias deberían haberse tomado mucho antes.
Necesita transformarse
A pocos kilómetros, un inmenso jardín municipal con impresionantes vistas al Mediterráneo turquesa se riega por aspersión. Los visitantes son informados mediante carteles de que estos aspersores utilizan agua reciclada, el único tipo permitido sin limitaciones durante este verano.
Al igual que otros municipios, Lloret lleva años utilizando aguas residuales recicladas para regar los jardines y limpiar las calles. Sin embargo, debido a la actual sequía, se ha producido un aumento del 25% en el uso de aguas residuales, a pesar de que la red de abastecimiento sigue siendo relativamente limitada.
Carlos Gil, responsable de parques y jardines de Lloret, destacó el potencial de las zonas costeras para conservar una cantidad sustancial de agua depurada que no se vierte directamente al mar. Descubriendo nuevas aplicaciones para esta agua, se puede maximizar su reutilización de forma eficaz.
Incluso en el parque acuático Water World de Lloret, el uso de agua se ha reducido con éxito en un 32% desde 2019. Este logro fue posible gracias a la implementación de nuevos sistemas de riego y la selección de plantas que requieren menos agua.
La directora del parque, Julia López, se mantiene optimista de cara al futuro, aunque reconoce que aún queda trabajo por hacer. Y subraya:
“España necesita reconsiderar su enfoque y aumentar significativamente la reutilización del agua.”