La inflación pone presión al legendario menú del día en España
Soñado en la década de 1960 para atraer turistas, el “menú del día” de tres platos de España, o menú fijo para el almuerzo, ha sido visto durante mucho tiempo como la mejor oferta de la ciudad.
Pero con una inflación que ronda el 10 por ciento, su asequibilidad está amenazada ya que los restaurantes buscan formas de economizar.
Para un entrante, plato principal y postre o café (o ambos), pan y bebida, el precio promedio ronda los 12,8 euros (12,60 dólares), según cifras de Hostelería de España, la principal asociación de hostelería de España que representa a la industria hotelera y de restaurantes.
Lo ofrecen casi todos los restaurantes españoles y su precio lo convierte en una opción popular en un país donde la gente sale a comer con frecuencia.
“Todo el mundo lo elige”, dice Sara Riballo, una treintañera, sentada en una terraza del centro de Madrid.
“Salimos a cenar varias veces a la semana y solemos optar por el menú del día porque tiene mejor relación calidad-precio, es más rápido y es bastante variado”, coincide su compañera Estefanía Hervás.
Los restaurantes españoles sirven en promedio cuatro millones de “menús del día” todos los días en el país de 47 millones de personas, dice la asociación de hostelería.
La idea se cocinó por primera vez hace casi seis décadas cuando España estaba bajo la dictadura de Francisco Franco.
Se emitió una orden ministerial por la que todos los restaurantes deben ofrecer un “menú turístico” para atender a las crecientes oleadas de visitantes extranjeros en las costas españolas.
El decreto fue incluido en el Boletín Oficial del Estado de España, indicando que el menú debe incluir, como “mínimo”, una sopa, un plato principal, un postre, una copa de vino y algo de pan a partir del 1 de agosto de 1964.
‘Extremadamente preocupado’
La tradición ha perdurado hasta hoy, donde actúa como una especie de barómetro de la economía española, dice Emilio Gallego, secretario general de la asociación de hosteleros.
“Es una forma muy, muy popular de almorzar con millones vendidos todos los días en todo el país. Es algo que estamos rastreando constantemente”, dijo.
Describiéndose a sí misma como “extremadamente preocupada por los efectos de la inflación y las subidas de precios de los últimos meses”, la asociación descubrió que tres cuartas partes de sus restaurantes habían subido el precio de su menú del día entre noviembre de 2021 y abril de 2022.
Y eso fue antes de que la inflación alcanzara su punto máximo en julio con un 10,8 por ciento.
En los últimos meses, el precio del aceite de oliva ha subido un 42,5 % junto con el coste del pan, la leche, los huevos, la carne y la pasta, por no hablar de las facturas vertiginosas de la electricidad, la refrigeración o el gas de cocinas y hornos.
Con la industria “gravemente afectada por el aumento de los costos de la energía y las materias primas en un momento en que aún se estaba recuperando de la crisis de salud”, no ha tenido más remedio que subir los precios, dijo Gallego.
En la mayoría de los casos, los restaurantes han subido el precio de su menú del día entre un 10 y un 15 por ciento, un incremento de entre 1,0 y 1,5 euros.
‘No sobreviviremos’
En el Café Gijón, un restaurante emblemático en el céntrico bulevar Castellana de Madrid, sirven 250 menús al día, a un precio de 15 euros cada uno.
Pero el gerente José Manuel Escamilla dijo que es probable que los precios aumenten en las próximas semanas.
“Todo está subiendo: el precio de la electricidad y los costos de la hipoteca se han disparado por las nubes. Si las cosas siguen así, no sobreviviremos”.
“Es difícil porque afectará a nuestros clientes, pero al final del día, si no lo hacemos, no podremos funcionar”, dijo.
Muchos restaurantes están buscando otras formas de ahorrar dinero y proteger sus márgenes.
En un restaurante de uno de los barrios chic de Madrid ahora piden carne a granel y pescado entero en lugar de porciones precortadas porque el precio es más bajo, admitió uno de sus compradores, hablando bajo condición de anonimato.
Gallego cree que otros restaurantes se adaptarán creando otros formatos, como una opción de dos platos de un plato principal con entrada o postre.
En Valgame Dios, en el madrileño barrio de Chueca, ya se ha reducido la oferta de platos.
“En lugar de tres o cuatro entrantes, tenemos dos”, explica la camarera Laura Rubio, quien dice que solo está “esperando a ver qué sucede” y si desanimará a los comensales.
Al igual que otros clientes, el guionista Helio Mira, de 47 años, está poniendo cara de valiente.
“No es solo el precio del menú del día lo que sube, sino el precio de la vida en general, pero ¿qué podemos hacer?”. él dijo.
“Solo tenemos que capear la tormenta”.