Por qué España apunta a reducir la semana laboral y “recuperar tiempo de vida”
Tradicionalmente, España es reconocida por su cultura laboral relajada, con un descanso habitual de 2:00 p. m. a 4:00 p. m. para tomar una siesta. Sin embargo, en los tiempos modernos, menos españoles toman la siesta; en cambio, las pausas para el almuerzo se consumen para hacer recados, mientras que el trabajo suele extenderse hasta alrededor de las 8 p.m.
Discusiones políticas recientes destacan el deseo de reducir la semana laboral, proponiendo un límite de 37,5 horas semanales, una disminución con respecto al horario actual de 40 horas. A pesar del declive de la cultura de la siesta, especialmente en las zonas metropolitanas, prevalece una cultura de presentismo que hace que numerosas personas trabajen hasta las 8 de la tarde o incluso más tarde.
Ambiciones para la semana laboral más corta de Europa: movimientos políticos en marcha
Tras las elecciones de julio que no arrojaron un vencedor decisivo, los partidos socialista y de extrema izquierda Sumar están interesados en presentar la semana laboral más breve de Europa como parte de su acuerdo de formación de gobierno. Para actualizar este pacto, ambas facciones de izquierda necesitan el respaldo de partidos menores para establecer una coalición parlamentaria.
Comparativamente, países como Gran Bretaña, Grecia, Hungría, Italia, Polonia y Portugal observan una semana laboral de 40 horas, como lo indican los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Este cambio de 40 a 37,5 horas posicionaría a España más cerca de Francia, con una semana laboral de 35 horas, la más corta de Europa. En otros territorios europeos, la duración del trabajo suele ser el resultado de negociaciones entre sindicatos y empleadores. Por ejemplo, Alemania registra una media de 38,2 horas de trabajo semanales, Finlandia 38, Holanda 37,4 y Dinamarca 37.
Voces a favor y en oposición
Yoland Díaz, viceprimer ministro en funciones y líder de Sumar, proclamó en Madrid que acortar las horas de trabajo sin disminuir el salario daría a los ciudadanos la oportunidad de “recuperar tiempo de vida”.
Begoña Tamarit, ejecutiva de marketing valenciana, contó su experiencia y afirmó que recortar la duración del trabajo es un cambio que se necesitaba desde hace mucho tiempo. Ella relató:
“En un puesto anterior, nuestro almuerzo se prolongaba hasta bien entrada la tarde, y reanudamos el trabajo después de la pausa para fumar de los hombres. Una vez incluso nos informaron de una reunión a medianoche para el lanzamiento de una campaña al día siguiente. Estas prácticas son perjudiciales”.
La Sra. Tamarit opinó que reducir las horas de trabajo permitiría a los trabajadores adaptar su vida personal al empleo y no al revés.
Si bien Unai Sordo, jefe de Comisiones Obreras (un sindicato español de base), apoya la reducción de la semana laboral, destacó la necesidad de regulaciones más claras:
“La transición de una semana de 39 a 37 horas es intrascendente si los horarios de inicio y finalización, o aspectos como la desconexión digital, los dictan arbitrariamente los empresarios”.
Siestas modernas: una tendencia cambiante
Las encuestas indican que los estilos de vida contemporáneos dejan a los españoles con poco tiempo libre para tomar una siesta durante el día. Un estudio de 2016 reveló que alrededor del 60% de los españoles rara vez se echa la siesta, según una investigación de Simple Logica, mientras que el 41,1% afirmó dormir durante el día ocasionalmente o hasta cuatro veces por semana. Normalmente, una siesta dura unos 35 minutos.
Además de las modificaciones de la semana laboral, el acuerdo entre los socialistas y Sumar también abarca iniciativas para elevar los objetivos de reducción de emisiones y abogar por impuestos a bancos y empresas energéticas destacados. Para obtener una mayoría, estos partidos de izquierda necesitan el respaldo de los grupos separatistas catalanes, que buscan amnistía para los partidarios implicados en la votación ilegal de independencia de 2017. Si las facciones socialista y Sumar no logran conseguir este apoyo antes del 27 de noviembre, España podría estar preparada para celebrar elecciones el próximo año.