Por qué España no es el destino preferido para el turismo náutico a pesar de su atractivo
A pesar de ser un destino favorito para quienes buscan alquilar grandes yates, España, especialmente las Islas Baleares, no está a la cabeza en lo que respecta al turismo náutico en el Mediterráneo. Países como Francia con la Costa Azul, Italia con la costa de Amalfi y lugares emergentes como la costa del Adriático suelen eclipsar a España en este sector.
Las razones de esta disparidad tienen su origen en las diferencias regulatorias entre naciones. Por ejemplo, Francia tiene un marco más favorable a la navegación a vela. Aunque la administración nacional, en colaboración con la Asociación Náutica de España y la Asociación de Grandes Yates, ha realizado esfuerzos desde 2013 para mejorar la competitividad, España todavía lucha por adoptar plenamente el mercado de la náutica.
Un cambio notable se produjo en octubre de 2013 con la eliminación de una eslora máxima de 15 metros para poder optar a la exención de un impuesto específico, siempre que los barcos se utilizaran exclusivamente para actividades de alquiler. Este cambio fue fundamental ya que, antes, el mercado español de grandes yates era prácticamente inexistente.
Se produjeron más avances después de las negociaciones con la Dirección General de Puertos y Aeropuertos, lo que llevó a permitir el fletamento de buques con bandera de fuera de la UE, una práctica común en países como Francia e Italia. Dado que la mayoría de los yates grandes se registran fuera de la UE, este ha sido un paso significativo que ha hecho a España más competitiva.
Los retos futuros: hacer de España un centro náutico
Entonces, qué obstáculos impiden que España se convierta en el epicentro mediterráneo de la navegación a vela que tantos anhelan? Se destacan dos desafíos principales:
- Importación de Yates Comerciales a España
Actualmente, los yates que regresan del Caribe y pasan por el Estrecho de Gibraltar a menudo pasan por alto España debido a la desfavorable normativa española en materia de IVA. Simplemente alineándose con las prácticas seguidas por países como Francia o Italia, España podría aumentar significativamente su atractivo. Las estructuras regulatorias ya existen, pero se necesita voluntad política y pensamiento estratégico.
- Repensar el Impuesto de Matrícula (TM)
Exclusivo de España, el MT impone fuertes impuestos a las embarcaciones de recreo. Si bien existen exenciones para embarcaciones exclusivas para alquiler, las ambigüedades en la ley crean incertidumbres que disuaden a muchos de considerar España como un destino. Una posible solución podría ser la transición de un sistema tributario único a un sistema tributario más distribuido, similar a un impuesto anual a los vehículos.
Aprovechando la oportunidad
El turismo náutico puede beneficiar enormemente a la economía española, con importantes efectos dominó en varios sectores. La industria se caracteriza por una clientela de alto valor que permanece más tiempo y utiliza menos recursos terrestres, lo que la hace especialmente adecuada para las regiones insulares.
La ventaja geográfica y el atractivo natural de España la posicionan como un potencial centro náutico. Para aprovechar plenamente este potencial, es vital que España aborde la competitividad fiscal. Las herramientas y estrategias están disponibles; la nación simplemente necesita abrazarlos con determinación y visión.