Puede España conquistar a América Latina con un encanto renovado?
España está volviendo a mirar a América Latina, una región que no sólo cuenta con vastas reservas de minerales esenciales sino que también está a punto de firmar un importante acuerdo comercial con la Unión Europea. Sin embargo, con el panorama político impredecible de América Latina y su historial inconsistente en materia de explotación sostenible de recursos, la relación es todo menos sencilla.
Durante su presidencia del Consejo, España está ansiosa por aprovechar sus afinidades culturales y lingüísticas con América Latina. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, subraya el enfoque del país en la “autonomía estratégica abierta”, afirmó:
“Es absolutamente vital que completemos tres acuerdos: uno con Chile, otro con México y el acuerdo del Mercosur”.
El rejuvenecimiento de las conversaciones con Mercosur, un bloque comercial formado por Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay, presenta lo que el eurodiputado español Jordi Cañas llama una “ventana de oportunidad”.
Equilibrio entre comercio y estrategia
El debate sobre si el libre comercio se alinea con el cambiante panorama global marcado por un mayor aislacionismo y rivalidades geopolíticas está en primer plano. Mientras que algunas naciones europeas abogan por una “autonomía estratégica” y advierten contra el comercio irrestricto, España adopta una postura más liberal.
La “autonomía estratégica abierta” de España busca fusionar la liberalización económica con consideraciones estratégicas, ofreciendo un potencial término medio. Isabel Yglesias Julià, responsable de Asuntos Europeos de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, afirma:
“No hay ‘autonomía estratégica’ sin ‘abierto’. No podemos ser estratégicos… sin seguir siendo abiertos”.
La atracción de América Latina
A raíz de la pandemia y los cambios geopolíticos globales, el atractivo de asociarse con América Latina se ha vuelto cada vez más evidente. Los vastos recursos de la región y su potencial acceso a los mercados ofrecen un atractivo significativo. Sin embargo, España y la UE no son los únicos pretendientes; América Latina ha atraído la atención de otras potencias globales.
La propuesta de España enfrenta el complejo desafío de alinear el aumento del comercio con la sostenibilidad. Es probable que la aspiración de la UE de basar futuros acuerdos comerciales en prácticas sostenibles choque con la búsqueda de mejores relaciones comerciales.
El desafío de la sostenibilidad
Luisa Santos, subdirectora general del grupo de lobby industrial BusinessEurope, señala:
“Todos estamos de acuerdo en que queremos un comercio más sostenible. También es una cuestión de igualdad de condiciones”.
Sin embargo, el foco de España no se limita al Mercosur. La nación está buscando activamente ratificar un acuerdo actualizado con Chile, finalizar un pacto moderno con México y potencialmente mejorar los acuerdos existentes con la Comunidad Andina y Centroamérica.
El acuerdo Mercosur ejemplifica la complejidad de combinar un mayor comercio con la urgente necesidad de preservar el medio ambiente. La UE presentó un documento adicional de sostenibilidad para abordar las preocupaciones, pero la respuesta de las naciones del Mercosur está pendiente, lo que amplifica la impaciencia de la UE.
Avanzando
A medida que España se aventura a profundizar sus vínculos con América Latina, camina sobre la cuerda floja para equilibrar las aspiraciones de libre comercio, la autonomía estratégica y las prácticas sostenibles. En medio de un panorama global cambiante y la competencia de otras potencias globales, la ofensiva de encanto de España es de hecho una prueba de su agilidad diplomática y estratégica.