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Tres ciudades españolas aplicarán nuevos límites al número de turistas

Tres ciudades españolas aplicarán nuevos límites al número de turistas en la ajetreada temporada de verano

Las autoridades quieren reducir el impacto del turismo sobre los residentes y los recursos

Otros tres destinos turísticos españoles impondrán límites al número de turistas que pueden visitarlos este verano.

Mallorca, Menorca e Ibiza tendrán un “techo absoluto” de turistas, según el gobierno balear. En su lugar, los responsables turísticos trabajarán para animar a los visitantes a venir durante todo el año y a alojarse en zonas menos saturadas.

El futuro número máximo de veraneantes será de 16.475.579, la misma cantidad que llegó a las islas en 2022. Esta cifra es sólo 397 menos que en el año pre-Covid 2019, y 76.000 menos que en 2018, que tuvo un récord de turistas.

El periódico español Ultimahora.es informa de que el número de visitantes se reducirá durante los meses altos del verano, cuando “la sensación de saturación se ha vuelto asfixiante tanto para los residentes como para los turistas”.

Tres ciudades españolas aplicarán nuevos límites al número de turistas

La noticia se suma a las propuestas similares anunciadas la semana pasada por las autoridades de Lanzarote, que describieron la isla como “saturada”, informa el Mirror. La patronal turística canaria quiere limitar el número de turistas y dejar de depender de los británicos, que actualmente representan el 50% del mercado.

La isla quiere atraer menos turistas que gasten más, anteponiendo “calidad a cantidad”. Iago Negueruela, consejero de Turismo de Baleares, ha declarado:

“Creemos que es factible tener más ocupación con menos turistas. El número de visitas alcanzado este año es un máximo que no debe superarse, sino que debe tender a disminuir. Debe haber una tendencia clara a la reducción de plazas turísticas”.

Sin embargo, como en el caso de Lanzarote, aún no se han revelado detalles concretos sobre cómo se controlará o limitará el número de plazas. También es probable que se reduzca el número de camas turísticas en Baleares, y ya se ha sugerido anteriormente que podrían cerrarse los hoteles de menor categoría, de una o dos estrellas.